miércoles, 20 de octubre de 2010

Relatoría clase Octubre 11 de 2010

Ileana Rodríguez. Conservadurismo y disensión: el sujeto social (mujer/pueblo/etnia) en las narrativas revolucionarias. Revista iberoamericana, volumen LXII, páginas 767-779.

Presentado por: Natalia Cock González

• ¿Quién es Ileana Rodríguez?
Nacida en Nicaragua. Feminista; es una de los miembros fundadores del grupo de estudios subalternos latinoamericanos.
Una estudiante pregunta si, además de crítica, es poeta. No lo es, lo que sucede es que existe Iliana Rodríguez Zuleta, poeta mexicana.


• Conformación del grupo de estudios subalternos latinoamericanos:
Surge en la universidad de Minnesota, en el área de español y literatura, como un grupo para presentarse a una beca; del grupo hacían parte John Beverley, José Rabasa y Mark Zimmerman. La mayoría de ellos participaron de una u otra manera en los procesos desatados por la revolución sandinista. Tramaban algo paralelo a lo que estaba efectuando el grupo de estudios subalternos de la India, que intentaban reivindicar, desde la historia, a los subyugados por el colonialismo inglés y francés, pero, en este caso, desde los estudios literarios y para Latinoamérica. Esta influencia coincide, además, con los trabajos del grupo de estudios culturales de Inglaterra.

• Estudios subalternos:
Quieren aterrizar estos estudios en América Latina desde la literatura, lo cual representa una ventaja enorme, y es una apropiación que no se da en otras áreas. Ahora, hay quienes piensan que puede darse una trivialización de las metodologías para abordar la literatura, pero eso no es verdad y se percibe en el rigor de este texto que leímos.

Fundamentos de trabajo desde el subalternismo
a. No hay una fijación metodológica, dado que el sujeto subyugado no es una fijación. Esto es ilustrado con la pregunta ¿Quién es hegemónico en Cien años de soledad, por ejemplo? La respuesta que se da ante tal interrogante es que se deben rastrear las acciones y analizar el juego de relaciones entre los personajes, pues no se establecen en una sola posición. El eje de trabajo es neo-marxista, y partiendo de él se hacen los análisis de texto, centrándose, por ejemplo, en los personajes.

b. el trabajo se centra en señalar disidencias y silenciamientos. Como ejemplo se proporciona En el tiempo de las mariposas. En ese libro hay dos o tres escenas mínimas en las que las hermanas Miraval, que se dirían subalternas en relación con Trujillo, por ejemplo, pasan a ocupar un rol hegemónico en relación con sus hermanas medias.
c. desde esta perspectiva, se hace un análisis de aspectos étnicos y raciales.
d. Es importante señalar que los estudios subalternos no se centran en un solo periodo histórico, a diferencia de los estudios poscoloniales.

• Ataques a los estudios subalternos
Hay un ataque desde América Latina en contra de las teorías que nacen en cualquier lugar del mundo y se aplican aquí. El grupo se disuelve más o menos después de 1996, pero sus integrantes siguen trabajando en esa línea, independientemente.

• La tercera ola
A partir de la intervención de un estudiante, a propósito de la teoría feminista que maneja Ileana en este texto, se aclaran las tres olas del feminismo. La primera y la segunda buscan derechos legales (sufragio) y la ocupación de posiciones laborales y sociales de representatividad, es decir, igualdad. Se asume, entonces, que la mujer es una y existe (para distanciarse de ese esencialismo, el texto de Ileana se refiere constantemente a lo que está entendiendo por mujer: representación escrita, género, biológica). La tercera ola se percata de lo que implica, además, la condición étnica: una cadena de subyugación.

Una estudiante pregunta si antes de la colonización también había subalternidad. La respuesta es que sí, aunque al usar ese término se caiga en un anacronismo. Otra menciona el texto de Teresa Lauretis en Genealogías del género: las personas son construidas por una formación de dinámicas sociales. Pasa del mismo modo con las relaciones de poder: son construidas. Una tercera estudiante pregunta cuál es la diferencia entre estudios postcoloniales, decolonialidad y subalternismo. La respuesta es:
a. Los estudios postcoloniales surgen a partir de las ex-colonias inglesas y francesas. Sus temas son lengua, nación, raza e historia, alrededor de eso piensan la relación colonizado-colonizador. Allí se ubican teóricos como Gayatri Spivak y Homi Bhabha.
b. Los estudios subalternos surgen en la India, fundados por Ranayit Guha. Estudian a aquellos que son subordinados en las sociedades, los que pueden hablar sin ser oídos.
c. La decolonialidad o postcolonialidad es un término acuñado en América latina. Se centran en ex-colonias portuguesas y españolas, unificadas por la lengua y la independencia temprana (en comparación con las ex-colonias británicas y francesas), pero con fracturas internas en el entramado étnico y racial. Su objetivo es replantear los lugares de enunciación y las narrativas de la historia.
Esto lo relaciona una estudiante con la ciudad letrada de Ángel Rama en tanto que estamos configurados para pensar que el Rey aún existe, y que además, nosotros también somos europeos. Pregunta si lo que traman es fijarse en la ciudad real y no en la idealizada. La profesora responde que eso no es posible, pero que los paradigmas sí pueden desplazarse. Los teóricos que aquí se ubican son Mignolo (en ciertas ocasiones), Quijano, Rolena Adorno, Mabel Moraña, Santiago Castro, Mazotti, Pratt y Cornejo-Polar. Noé Jitrik podría estar allí por la acuñación de los términos “Producción literaria” y “Producción crítica”.

Se habla, entonces, acerca de los premios innobles (Ignoble Prize) y se reflexiona cuál sería el innoble en literature, si los hubiera.

• El texto:
El discurso revolucionario se produce sobre el molde romántico, allí se notan cuatro tensiones que Ileana señala. Sin embargo, antes de centrarnos en ellas, muchas y muchos estudiantes expresan turbación porque no encuentran un hilo conductor, muchas ideas se quedan sueltas, y se necesita un diccionario conceptual amplio para seguirlas. Hacemos la puesta en común y nos concentramos, definitivamente, sobre las 4 tensiones que se dan en las narrativas revolucionarias, tensiones que las acercan a las narrativas románticas conservadoras. Las 4 tensiones son:
a. Yo-(nosotros) (Quiénes) de la subjetividades “nuevas revolucionarias” y “viejas románticas”: debería existir una discontinuidad y no la hay, en tanto que el revolucionario sigue hablando como un yo individual -
b. Condensaciones lacanianas de mismidad, alteridad y neutralidad: el yo masculine subsume todo lo demás
c. Feminización de las epistemologías revolucionarias: aquí se señala que hay algo raro acerca del Ché, esto es la feminización evidenciada en la homosociabilidad en campaña.
d. Tiranía/patriaquía. Pueblo-masa, tropa-base. Lo subyugado.

Una estudiante pregunta cómo es posible que se haga esencial lo femenino como lo tierno y lo acogedor, cuando Ileana dice que el género no es una categoría estable. La respuesta a este interrogante la da otro estudiante que señala que esa descripción se da desde un punto de enunciación: lo romántico.

• Enunciación femenina:
Ésta sólo puede darse mediante la deserotización o la muerte, el hecho de desangrarse (por la menstruación o una herida), pues un cuerpo muerto no tiene sexo, es un cadáver. Sólo la muerte permite escapar de la dupla occidental de hombre- mujer, dominante-subyugado, etc. Lo masculino tanto revolucionario como romántico se piensa en esos términos, el primero parece colectivo pero no lo es, aún tiene marcas individuales. Quizá desde lo femenino se podría quebrar este modelo.

Un estudiante apunta que la muerte, a su vez, heroiza. Eso es cierto, pero aquí no hay mujeres mártires, es decir, religiosas. De lo que se trata es que las mujeres se narren como tal. Se puntualiza que no es que hayan escogido esa ruta para enunciarse, sino que muchas fueron muertas en el frente.

• A partir del texto, la discusión comienza a girar en torno de las mujeres heroínas. La profesora pregunta cuál sería la palabra, que no derive de héroe (heroína) para designar las actividades de sujetos femeninos que lideran y transforman que utilizaríamos. Un estudiante propone “sacrificio”, pero esto puede tener una connotación negativa. Surge entonces la pregunta ¿Qué llamaríamos hoy una heroína? La respuesta general es una mujer en una situación compleja, por ejemplo, que tenga que sacar adelante sola cinco hijos. Otra respuesta es una mujer que ocupe cargos “de hombres”. Se apunta que hay heroínas, de cierta manera, permitidas: hechas a la medida de su contexto histórico y social. Cuando estas figuras entran a las narrativas maestras ya no generan rupturas.

Un estudiante apunta que el héroe masculino también ha cambiado. Se piensa en qué obras está representada la heroína que concebimos como tal. Se señala que la heroína que reconocemos está representada en la obra “Siete comunas”, pero que por lo general el arquetipo de heroína literario es distinto al de la vida real. Se reflexiona acerca de qué héroes y heroínas sugieren nuestros escritores, con qué referentes quieren llenarnos.

1 comentario:

  1. Hola.
    Muy interesante tu blog. Quiera hacerte una pregunta respecto a un fragmento de este post Tiene que ver con la parte en la que te refieres a los ataques a los estudios subalternos desde América Latina. Me preguntaba si me podrías indicar dónde puedo encontrar más información respecto a este tema (artículos, autores, etc.).

    Cualquier info es bienvenida.

    Gracias!

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